Buenos Aires, RT.- El conductor argentino Aarón Fabián Paluch, mejor conocido como Ari Paluch, quedó en el centro de las críticas después de haber ‘bromeado’ con drogar a una locutora para abusar de ella porque «es linda».
«Es linda esa chica. Entonces, podemos arreglar. Vamos y vamos. Una mañana le ponemos [burundanga, el nombre coloquial para la escopolamina] en el vaso con agua», deslizó el periodista, al sugerir el método para someter a su hipotética víctima.
El insólito comentario de Paluch fue ampliamente difundido en redes sociales, ya que se produjo este martes en horas de la mañana en su programa ‘Arizona’, que emite FM Rock & Pop. En el estudio también se encontraban su hija, Martina Paluch, y el conductor Beto Casella.
En la transmisión, Martina procuraba censurar vagamente a su padre, mientras Casella intentaba refrenar la risa y el estupor. Ante esa escena, Paluch insistía: «¿Pero no hay un nivel de burundanga chiquito, que te da un besito y no pasa nada? ¿Eh?».
El contexto del intercambio fue a raíz de la noticia sobre los recientes casos de ‘viudas negras’, como la prensa suele denominar a las mujeres que someten a sus víctimas con sustancias como la escopolamina, con el objetivo de robarlas sin que opongan resistencia.
Ante esas novedades, Paluch dijo: «¿Tan fácil es conseguir burundanga. Porque a mí esta chica, ¿cómo se llama tu locutora?», le preguntó a Casella. No obstante, fue su hija la que respondió: «Noe», en alusión a Noelia Corral, detalla Minuto Uno.
En lugar de reprender el comentario de su colega de manera directa, Casella apeló a Martina Paluch: «Frenalo vos a tu padre«. Ella solo acotó entre risas: «Padre, ubícate». El conductor de ‘Arizona’, por su lado, se detuvo hasta que el programa fue a pausa comercial.
Precedente
La repulsa no ha tardado en llegar. En redes sociales, cientos de usuarios han expresado su rechazo a las palabras de Paluch, quien fue denunciado en 2017 por acoso sexual contra una sonidista del canal A24, precisan los medios.
En ese entonces, Ariana Charrúa interpuso una demanda contra el conductor por haberse acercado a ella para hacerle tocamientos inapropiados, una situación que describió como «ingrata, sorpresiva, abusiva, ofensiva y desagradable».
La respuesta de Paluch fue más bien una justificación: «Quise hacerle un ‘give me five’ [chocar los cinco] y toqué su cadera y su parte íntima», dijo. Lejos de disipar el escándalo, el descargo del periodista provocó una oleada de denuncias de otras colegas y compañeras de trabajo, que lo señalaban de presuntos abusos y maltrato laboral.