Por Germán Reyes
Santo Domingo.- La oposición política al frente de un amplio frente de organizaciones sociales, profesionales, religiosas, campesinas y de la diáspora, se aprestan a lanzar desde este viernes un proceso de luchas tendentes a lograr que, a más tardar el día siete de febrero, eche del poder al presidente Jovenel Moïse.
El movimiento lanzado con todas las ganas, de alcanzar la meta que estuvo a punto de lograr en 2019, fue bautizado con un nombre: Cabezas Juntas (Tèt Ansanm en criollo haitiano).

Según el exsenador Évalière Beauplan, citado por el diario Le Nouvelliste, “este movimiento inclusivo pretende reunir a todas las fuerzas progresistas de la nación, inicialmente para derrocar a Jovenel Moïse, y en segundo lugar para ofrecer al país el equipo que cubrirá las expectativas de la población”.
A diferencia de 2019, que realizaron protestas masivas durante todo el año y al final, aunque estuvieron a punto de derrocar a Moïs, según confesó a principios de enero de este año, el objetivo al final no fue logrado, esta vez tiene fecha: el día siete de febrero próximo.
Ante la radicalidad que exhibe el movimiento de grupos políticos y de la sociedad civil, el oficialista Partido Cabeza Raspada (Haitian Tèt Kale Party PTK, en criollo) formuló un llamado a un acuerdo nacional.
Suicidio antes que diálogo
Schiller Louidor, uno de sus voceros de Cabezas Juntas, al exponer en la última asamblea de los líderes representativos de las distintas organizaciones, proclamó que esta vez, el movimiento que hoy se inicia marchará sin dobleces hacia el derrocamiento de Moïse.
Louidor juró suicidarse en lugar de entablar un diálogo con el jefe de estado como sugiere el PHTK. Según el diario, “se trató de una posición clara, compartida por todos los miembros de «Tèt Ansanm».
Todo el año para alcanzar un acuerdo
El PHTK, según una información escrita, declaró que se mantiene “firmemente” apegado a los principios del estado de derecho y a las conquistas democráticas establecidas en la Constitución de 1987.
Aclaró que, sin embargo, a partir de las tendencias expresadas por la ciudadanía y teniendo en cuenta los consensos alcanzados entre los diferentes sectores de la vida nacional, existe la necesidad de modernizar el sistema político y mejorar la gobernabilidad de nuestro país.
“Para eso, es imperativo crear durante el año 2021 las condiciones necesarias para que un acuerdo nacional inicie la inevitable reforma del Estado y renueve el personal político del país bajo el imperio de una nueva Constitución”, instó el partido gobernante.
Un año electoral
Mientras los opositores plantean que el mandato de Moïse debe cesar ya el siete de febrero porque se le habría cumplido la fecha de su mandato, el presidente de la República sostiene que “2021 es sin duda un año electoral”.
El mandatario plantea un referéndum que apruebe las modificaciones constitucionales, una figura no contemplada en esa carta sustantiva.
Diversos sectores, incluidos eclesiales, rechazaron la manera en que Moïse escogió el Consejo Electoral Provisional (CEP) que a su entender deberá montar el referéndum y conducir el proceso que finalmente alcance la modificación constitucional.


