Santo Domingo.- Claude Joseph, quien fuera primer ministro y canciller haitiano, lanzó una andanada de críticas contra el Consejo Presidencial de Transición (CPT) y del jefe del gobierno, Alix Didier Fils-Aimé, por su supuesto silencio frente al trato que reciben sus compatriotas en el territorio dominicano.
Para Joseph, que preside el partido Comprometidos con el Desarrollo (EDE, siglas en francés), que forma parte de los nueve miembros del CPT, las autoridades de su país observan sin reaccionar ante las políticas migratorias dominicanas “claramente discriminatorias hacia las mujeres haitianas”.
El influyente político en la nación caribeña, a quien el presidente Luis Abinader prohibió su ingreso al territorio dominicano, se refirió a la disposición de apresar en los hospitales públicos y deportar a las embarazadas y parturientas haitianas como parte de una agresiva campaña dirigida a expulsar a esos extranjeros en condición migratoria irregular.
«El número de supuestas violaciones de derechos humanos, que van desde redadas en viviendas no autorizadas a discriminación racial, así como deportar a madres lactantes y menores no acompañados, crece conforme las autoridades redoblan las deportaciones a Haití, que comparte la isla de La Española con República Dominicana», dijo la agencia internacional de noticias AP
En consecuencia, mujeres en plena labor de parto y otras con sus criaturas recién nacidas al hombro son montadas en autobuses sin la menor asistencia médica para ser llevadas a la cárcel de Migración en Haina, en el caso de los centros de salud ubicados en el Distrito Nacional y la región Este, y luego ser trasladadas a la frontera para ser repatriadas en las mismas condiciones de precariedad y riesgos.
Esas medidas relativas a las mujeres embarazadas y parturientas procuran reducir el gasto en esas labores, considerado excesivo por las autoridades dominicanas.
También se enmarcan en la disposición anunciada el día dos de octubre de 2024 por el presidente Abinader en el sentido de que desde entonces las expulsiones sumarias de haitianos sin papeles sería de 10,000 por semana.

Una diplomacia de rodillas
Para Joseph, el silencio del Consejo Presidencial de Transición (CPT) y del jefe del gobierno haitiano ante el trato inhumano infligido a las mujeres haitianas embarazadas en República Dominicana “es simplemente repugnante”.
Este silencio no es neutral: es cómplice, proclamó el político en sus críticas a las autoridades de su país vía un mensaje que colgó en su cuenta en la red social X.
A su entender, mientras las mujeres haitianas vulnerables son humilladas, maltratadas y deportadas en condiciones atroces, las autoridades haitianas —o lo que queda de ellas— observan sin reaccionar.
“Echaron mi puerta abajo a las 4 de la madrugada”, dijo Odelyn St. Fleur a la agencia AP, que había trabajado como albañil en República Dominicana durante dos décadas. Estaba durmiendo junto a su esposa y a su hijo de 7 años.
Ninguna declaración, ninguna condena oficial, dijo el presidente del partido EDE. “Este silencio no es sólo una falta de coraje político; es el síntoma de un Estado rezagado, carente de toda capacidad para defender a sus ciudadanos, ya sea que estén en Haití o en el extranjero”.
Embarazadas haitianas pagan de 12 a 15 mil pesos a traficantes para cruzar la frontera y venir a dar a luz en República Dominicana, según un reporte de prensa divulgado este lunes, 21 de abril de 2025. Sin embargo, si no tienen documentos legales, luego que logran ingresar a territorio dominicano tienen que disponer de más dinero para llegar a los centros de salud donde quieren parir, conforme una publicación del periódico Listín Diario
Ante los racistas de RD
Joseph, al enfocar la actuación de la diplomacia de su país en relación a la política migratoria dominicana, dijo que está “de rodillas” ante “los caprichos de los racistas y ultranacionalistas dominicanos”.
La indiferencia de la diplomacia haitiana ante políticas migratorias claramente discriminatorias hacia las mujeres haitianas demuestra que se ha convertido en una diplomacia de sinecuras, precisó el exfuncionario.
Una diplomacia, insistió Joseph, de rodillas y al servicio no del pueblo haitiano, sino de los caprichos de los racistas y ultranacionalistas dominicanos.
