Por Germán Reyes
Santo Domingo.- El abogado Felipe Fortines Yen celebró que un gran número de dominican@s hij@s de haitian@s estén envueltos en las acciones políticas partidistas “y esa presencia tiende a fortalecerse más y más, para bien del país”.
“La participación”, dijo Fortines Yen, “no debe limitarse al simple voto. Debe ser activa, decidida, visible, responsable, aportando siempre para lograr la transformación positiva que necesita el país”.
En su opinión, la participación política por sí sola no garantiza la transformación de la sociedad, pero poco a poco se debe ir fortaleciendo la vocación democrática y lograr favorecer a la gran mayoría.
Para Fortines Yen, el panorama político dominicano aparenta estar definido respecto a los posibles ganadores de la presidencia de la República, según expresa en un análisis que reproducimos a continuación.
“El panorama político está prácticamente definido, las diferentes mediciones que se han realizado muestran cierta tendencia que difícilmente pueda variar en un porcentaje elevado las encuestas muestran a Luis Abinader y a Gonzalo Castillo punteros y a Leonel Fernández en tercer lugar. Hasta ahora son los que más posibilidades tienen de ser electos por el pueblo. Los candidatos como Guillermo Moreno aparecen con menos de un cinco por ciento.
Desde el punto de vista ideológico al país lo que más le conviene es que accedan al poder personas que sepan que el país no tiene ninguno de los problemas básicos resueltos.
Sobre l@s haitian@s que eran traídos al país para realizar la labor de siembra, limpieza, corte y tiro de la caña, el Estado Dominicano estableció una política pública para que un porcentaje importante cuando terminaba la temporada de más alta producción (la zafra) no regresaran a su país natal (Haití) por la necesidad de que se realizaran otras labores relacionadas con la producción del azúcar que durante muchos y largos años fue la espina dorsal de la producción nacional. En esa época que nuestra economía no recibía remesas, no existía el turismo, la inversión extranjera muy limitada y en su gran mayoría concentrada precisamente en la producción azucarera.
Est@s haitian@s que el Estado Dominicano estratégicamente retenía en el país poco a poco fueron creando comunidades, los llamados bateyes, donde realizaban todas sus actividades sociales. Se fue recreando un espacio entre dos mundos distintos, República de Haití y República Dominicana.
La participación de esos haitianos en las actividades políticas era muy limitadas, por no decir nulas. Un porcentaje muy alto de esa población provenía de zonas rurales de Haití, los cuales en esos tiempos no eran muy dados a la participación política, incluso, en su propio país. La idea principal de la gran mayoría del que sale de su territorio es mejorar económicamente para regresar al terruño querido. Los haitianos no son la excepción.
Durante muchos años los hijos de esos haitianos, que eran dominican@s, se mantuvieron como sus padres, alejados de las acciones políticas. Poco a poco las cosas han ido cambiando. Hoy la participación en las actividades políticas partidistas de l@s dominican@s de ascendencia haitiana es muy numerosa y activa.
Hoy en día un gran número de dominican@s hij@s de haitian@s está envueltos en las acciones políticas partidistas. Sin importar la provincia, zona o región del país, l@s dominican@s de ascendencias haitiana están presentes y esa presencia tiende a fortalecerse más y más, para bien del país.
La participación política por sí sola no garantiza la transformación de la sociedad, pero poco a poco se debe ir fortaleciendo la vocación democrática y lograr favorecer a la gran mayoría.
Un gran número de dominican@s hij@s haitian@s no ha podido obtener su documentación para poder ejercer su derecho constitucional del ejercicio del sufragio, por lo que los de ascendencia haitiana que han logrado obtener su documentación tienen una obligación especial: tienen que participar por ellos, por sus familiares, por sus comunidades, por el país y, de manera muy especial, por tod@s es@s herman@s que quisieran participar, pero que están limitad@s por la falta de documentación.
La participación no debe limitarse al simple voto. Debe ser activa, decidida, visible, responsable, aportando siempre para lograr la transformación positiva que necesita el país”.
