Por Germán Reyes
Barahona.- En prácticamente toda la población del Sur los ciudadanos se burlan de las recomendaciones para la prevención ante el contagio por el coronavirus, una pandemia que ha cobrado la vida a cerca de 10,000 personas.
Los balnearios están repletos de público tal como si se tratara de la época de vacaciones de Semana Santa, según fue constatado en Las Marías de Neiba, igual que en otras comunidades.
En varias comunidades la gente no guarda la cuarentena, aun en los casos de personas de edades superiores a los 60 años o que padezcan de patologías de riesgo como cardiopatías, diabetes, hipertensión y otras, según se pudo constatar.
Las áreas de recreo, igual que patios y otros lugares, han sido constituidos en espacios para la práctica de juegos y centros de diversión como si la región estuviera en un planeta donde nadie sería alcanzado por la pandemia.
De acuerdo con algunos directores de hospitales, las advertencias realizadas a personas sospechosas que son ubicadas y tratadas, son desoídas de manera irresponsable en la generalidad de los casos.
A Tamayo han retornado ciudadanos residentes en Italia y España, donde la pandemia ha provocado la muerte a alrededor de 3,500 y cerca de 1,000 personas, «y violan el protocolo que se comprometieron a administrar».
“Incluso, se han visto a algunas de esas personas pasearse por el parque y convivir de manera normal con el conglomerado que se cita en el parque de la comunidad”, dijo un político oficialista, lo cual fue confirmada por varios médicos.
¿Infestados verificados?
Al menos los casos de dos trabajadores de la presa de Monte Grande, en construcción, habrían dado positivo ante las pruebas de infección por coronavirus, según informaron compañeros de labores en una versión todavía no confirmada.
No obstante, se insistió en la despreocupación de sus familiares, vecinos y de quienes laboran en las mismas circunstancias.
El alcalde de Tamayo