Por Germán Reyes
Santo Domingo.- La Policía Nacional de Haití (PNH) celebró este domingo su 27 aniversario. Para tal ocasión convocó a diplomáticos y autoridades a un acto en el anfiteatro de su Escuela Nacional, en Frères, de Pétion-Ville. Las palabras de bendición fueron delegadas en el obispo de la Diócesis de Miragoane/Anse-à-Veau, monseñor Pierre-André Dumas.
El prelado no desperdició la ocasión. Y tronó. “No hay que atribuir orgullo a esta celebración”.
La seguridad, elemento sensible, es de interés soberano, recuerda monseñor Dumas. Reclamó a los líderes políticos fiscalizar la PNH.
El jefe de la diócesis de Miragoane/Anse-à-Veau recuerda que desde hace más de un año, 5 departamentos geográficos están aislados del Oeste, donde está la capital, Puerto Príncipe, por disposición de los grupos armados.
En su opinión, corresponde a las fuerzas vitales de la nación, “no a los amigos de Haití”, formar un frente común contra el mal del bandolerismo y la criminalidad
“Debemos poner fin a esta toma de rehenes de la población. La injerencia humanitaria, esta doctrina inspirada por el Santo Papa Juan Pablo II, se adapta a la realidad de Haití. Esta tesis permite poner fuera de peligro a los bandidos”, dijo el prelado, según una reseña del periódico Rezo Nòdwès.
¿Por qué operan las bandas?
“Los asesinos circulan por la ciudad. Se hacen pasar por amos de nuestra ciudad. A veces son apoyados por políticos, incluso a veces por gente de la iglesia, mafiosos, a veces son apoyados por criminales, pero también por delincuentes transnacionales, a veces hasta son apoyados por embajadas, a veces hasta son protegidos por policías imprudentes”, dijo.
“Se debe”, prosiguió, “expresar claramente el deseo de apoyar a la PNH. En el presupuesto nacional deben expresarse acciones para el fortalecimiento de la PNH en sus capacidades operativas. Necesitamos una institución policial digna y a la altura de su misión”.
