Puerto Príncipe, Rezo Nòdwès.- La situación en Haití continúa deteriorándose con un aumento alarmante de la violencia relacionada con pandillas en todo el país, particularmente durante la última semana.
Asesinatos, secuestros, robos y violaciones se han convertido en algo común, sumiendo a la población en un clima de creciente miedo e inseguridad. Si bien la policía sigue siendo muy activa en la represión de los manifestantes anti-Ariel, parece estar ausente cuando se trata de contrarrestar las devastadoras acciones de las pandillas, particularmente en Liancourt, Croix-des-Bouquets, Sources Matelas y en otras regiones del país, señalan los residentes locales.
El doctor Josué Renaud de NEHRO (Organización de Derechos Humanos de Nueva Inglaterra) recuerda que en octubre de 2022, las bandas del G9 habían paralizado voluntariamente las Terminales de Varreux para montar una crisis artificial. Advierte contra una posible reutilización de las pandillas para justificar, en el próximo informe al Consejo de Seguridad, que el país ya es ingobernable.
El señor Renaud insiste en que si Varreux volviera a ser ocupada por las pandillas, como denuncian varias asociaciones de distribuidores de productos petrolíferos, esto le daría al secretario general de la ONU, el señor Gutterez, la oportunidad de mejorar su informe sobre la situación en Haití. Además, esta situación podría llevar al Consejo de Seguridad a considerar el despliegue de una “fuerza robusta” bajo el pretexto de restablecer el orden en el país.
El país queda así atrapado en una espiral de violencia orquestada por pandillas e instrumentalizada por ciertos actores políticos, en particular Ariel Henry, «un peligro social», sostiene.
Para Josué Renaud, este ascenso de poder de las pandillas durante la última semana, podría ser aprovechado por Ariel Henry y sus aliados para formalizar una cierta dependencia del país frente a fuerzas extranjeras. En efecto, el informe que espera el Consejo de Seguridad para agosto próximo podría justificar la intervención militar extranjera tan esperada por ciertos actores políticos haitianos, como André Michel y Edmonde Beauzile, así como el propio Primer Ministro de facto para establecer las bases de Tèt Kale.
Ante esta alarmante situación, el Dr. Renaud hace un llamado al pueblo haitiano a monitorear de cerca las acciones del Primer Ministro Ariel Henry y la evolución de la inseguridad antes del próximo debate del Consejo de Seguridad sobre Haití. Advierte que esta crisis podría revelar qué clase de hombres y bandidos están realmente al mando del país.