Por Germán Reyes
Santo Domingo.- A los escritores, periodistas, artistas, investigadores, animadores de la vida cultural, lectores, amantes de los libros, la cultura y el arte, se les presenta como un dramático dilema, según razona el intelectual Charlot Lucien.
“Ir a la feria del libro, una sólida institución en el medio cultural haitiano, posar junto a cierto invitado de honor conocido como antiguo pilar de cierto régimen odiado, estrechar cierta mano dudosa y escucharse prodigios, suprema ironía, consejos de seguridad… O acudir a un autor, digamos el pintor y dramaturgo Franckétienne en Delmas, durante su gran exposición-venta, posar para fotos, adquirir algunos libros, un cuadro, y marcharse con la satisfacción, con la cabeza erguida. y manos… limpias”, razonó Lucien en un escrito en el periódico Rezo Nòdwès.
Se responde
Sin embargo, el intelectual haitiano residente en Boston, Estados Unidos, se decanta por obviar la disyuntiva.
“Esto no debe ser un dilema dramático: voy a adquirir los dos, un libro, un pequeño cuadro, este 8 de junio, aunque sea de lejos…” de los que vende Franckétienne en Delmas.
La difícil situación de hoy
Lucien lanzó una petición, que firmaron decenas de intelectuales, lectores y activistas culturales, en el que reclama unirse:” No, no Prosper Avril”.
“Nosotros, escritores, artistas, investigadores, animadores de la vida cultural, lectores, amantes de los libros, la cultura y el arte, hemos tomado la decisión de no participar de ninguna manera en la Feria del Libro, en su edición 2023, por la elección del ex General Prosper Avril como co invitada de honor para esta edición.
Las prácticas políticas de la ex general Avril no honraron las aspiraciones democráticas del pueblo haitiano. Incluso, en la época de la dictadura de Duvalier y después, constituyeron obstáculos para el progreso democrático. Y, sin ánimo de ofenderlo, no conocemos ninguna obra literaria o escrito de pensamiento que justifique su elección como invitado de honor. ¿Qué queremos valorar o premiar?
«Feria del Libro», hasta ahora se ha consolidado como un evento de primera importancia en la vida del libro y la cultura en Haití; y los creadores, los productores de pensamiento, los consumidores de arte y de libros han contribuido mucho a ello. Es lamentable que la edición de 2023 se vea así comprometida.
Dada la importancia que adquirió el evento, sin hacer la elección partidista de una ideología o una estética particular, es también este descuido en el plano ético el que ha llevado a nuestro país a la difícil situación que hoy conoce”.
Un perfil
Las perturbaciones del ejército después que fuera derrocado el dictador Jean Claude Duvalier (Baby Doc) en 1986, han provocado una inestabilidad social y política en Haití que aún se profundiza sin que un desenlace se alcance a ver en el horizonte.
Jean Bertrand Aristide, el primer presidente electo democráticamente en 1991, fue derrocado por el Ejército, que instauró un régimen militar dirigido por el general Raoul Cedras.
Por eso, cuando en 1994 recuperó el poder gracias a una fuerte presión internacional y a la ayuda militar sobre todo de Estados Unidos, Aristide tomó una decisión radical: eliminar a las Fuerzas Armadas.
Matthieu Prosper Avril, miembro de esa rémora militar duvalierista, asumió el cargo de presidente tras derrocar en un golpe militar al general Henri Namphy y tras liderar diversos pronunciamientos militares, desde el 17 de septiembre de 1988 hasta el 10 de marzo de 1990, abandona el poder y le sustituye el también general Herard Abraham.
“En un momento en que algunos quisieran que todo esté permitido, incluso las más flagrantes violaciones de los principios democráticos y de la justicia, es justo que en el mundo de la cultura, el arte y los libros recordemos los crímenes históricos y demos ejemplo de dignidad. .”, comentó Lucien.
