Por Germán Reyes
Los Alcarrizos.- El alcalde de Los Alcarrizos, Cristian Encarnación, no sale de un conflicto público. El de ahora es con la vicealcaldesa Yaniris Concepción Sánchez.
Encarnación, en otro de sus yerros, hizo circular un vídeo donde acusa a Concepción Sánchez, abogada con maestría en ciencias políticas, de cobrar de manera indebida alrededor de RD$100,000 en la Federación Dominicana de Municipios (FEDOMU), donde labora como coordinadora técnica.
Y dice que la forma es indebida e, incluso, le insta a reembolsar todo lo devengado hasta el momento porque, a su entender, “ella es empleada pública”.
Su confusión parte del hecho de que desconoce que la FEDOMU es una institución privada, pese a que, como argumenta, recibe dinero público.
Otros casos
Encarnación, desde su llegada a la Alcaldía, salta de un conflicto público a otro sin percatarse del daño que le genera como político y servidor público.
Sí, porque hasta dentro de su partido debe manejar distanciamientos con sectores clave a los que ha confrontado.
Una batalla que aparenta llevar perdida fue la que inició con el ex alcalde Danilo Rafael (Júnior) Santos, contra quien lanzó todo tipo de acusaciones que, ahora que la Cámara de Cuentas realizó una auditoría, se tiene entendido que carece de las bases jurídicas para llevar el caso más allá de sus declaraciones públicas.
Sus asesores, por distintos medios, han confirmado en público que las posibilidades de sustentar las acusaciones que ha formulado contra Santos “se le han escapado de entre los dedos”.
El tema de la recogida de la basura prácticamente ha puesto de rodillas al ejecutivo municipal. Primero rescindió el contrato con la firma responsable de la recogida y disposición de esos desechos sólidos, a la cual aún adeuda una suma millonaria y luego contrata una cantidad de camiones que tampoco han realizado el servicio de manera satisfactoria.
Los Alcarrizos debe ser hoy el día el municipio más sucio de todo el territorio nacional, sin que desde la comunidad se visualice un desenlace a los permanentes cúmulos de basura.
Un conflicto donde el ruido del alcalde se escuchó en el infinito fue el suscitado contra quienes, desde la base de organizaciones comunitarias emprendieron una lucha sin cuartel para que se alcance la construcción de un cementerio.
Ante la aparente indiferencia del entonces alcalde electo en la boleta de los partidos De la Liberación Dominicano (PLD) y Revolucionario Dominicano (PRD), los dirigentes, encabezados por el profesor Roberto Abréu, ocuparon terrenos privados, del Banco de Reservas y del Consejo Estatal del Azúcar, donde operaron el campo santo que proporcionó el servicio al municipio.
Pues, decir que ahí se administran RD$40 millones, que eso debe ser administrado por el Cabildo, entre otras acusaciones, le llevó a un enfrentamiento que, al final, persuadió a los miembros de un patronato que administraba la estructura.
¿Con el bajo mundo?
La imagen de Encarnación de cara a una parte importante de los munícipes, presenta un importante deterioro.
No faltan quienes sugieran que su relacionamiento con individuos y grupos de determinados historiales constituye un punto de partida para que se le niegue cierta aceptación.
Tal vez no representen dificultades para la aplicación de mecanismos que permitan “lavar” la imagen pública del funcionario edilicio, pero al decir de algunos de sus allegados, “es que ese hombre no se deja asesorar, no escucha”.
Encarnación procede, según observan dirigentes de diversas esferas de Los Alcarrizos, como los carritos chocones que operaron en el desaparecido parque de diversiones Santa Ana, que operó en el espacio que hoy ocupa la Plaza del Conservatorio, en la avenida Pedro Henríquez Ureña del Distrito Nacional.