También precisó que el 62 por ciento de los padres asegura vivir con temores a que sus hijos puedan ser víctimas de tales hechos en cualquier momento.
Las noticias sobre tiroteos masivos son frecuentes en este país, donde se estima que la población de 327 millones de habitantes posee el 46 por ciento de los cerca de 857 millones de armas de fuego existentes en el orbe en manos de civiles.
A juicio de Arthur C. Evans Jr., director ejecutivo de la Asociación de Psicología de Estados Unidos, que encargó la pesquisa, las matanzas con armas de fuego provocan daños a la salud mental y afectando la vida cotidiana de muchos norteamericanos.
Mientras más hechos de este tipo ocurran en sitios a los cuales acudimos frecuentemente, mayor será el impacto, señaló Evans, citado por reportes periodísticos.
Puntualizó que no es necesario experimentar directamente esos acontecimientos para sentirse afectado, pues solo enterarse de que ocurrieron puede implicar un impacto emocional con repercusiones negativas, agregó.
En opinión de Evans, resulta importante que la gente y los legisladores se den cuenta de que este no es un problema sin solución, sino algo cuya posibilidad de cambio está en nuestras manos.
Dicha encuesta fue realizada por Internet del 8 al 12 de agosto y tuvo una muestra de dos mil 17 personas mayores de 18 años de edad residentes en diversos lugares del país.
El 3 y el 4 de agosto, con 13 horas de diferencia, dos tiroteos en las ciudades de El Paso, Texas; y Dayton, Ohio, dejaron 31 muertos y 51 heridos.
Según el Archivo de la Violencia Armada, un grupo sin fines de lucro que posee una base de datos sobre los hechos relacionados con armas de fuego, desde el inicio de este año hubo 259 tiroteos masivos en el territorio norteamericano.