Santo Domingo.- Real News (Noticias Reales en español) es el nombre de un canal de WhatsApp en francés caracterizado por la emisión de críticas cargadas de sátiras, básicamente sobre el gobierno haitiano, aunque en ocasiones también de la sociedad y personalidades.
Este lunes, día 17 de noviembre de 2025, la capital haitiana, Puerto Príncipe, fue paralizada en su casi totalidad por la advertencia lanzada por Jimmy Cherizier, alias Barbecue, el líder de la banda armada más grande y agresiva de la nación caribeña Viv Ansanm (Vivamos juntos).
Esa circunstancia motivó un análisis, al parecer con un enfoque en lenguaje directo, serio, por parte de Real News. Y le puso por título: “Viv Ansanm: Cuando un simple mensaje basta para paralizar un país”.
El texto del mensaje:
“Viv Ansanm: Cuando un simple mensaje basta para paralizar un país
Hoy, un solo video de Viv Ansanm basta para paralizar Puerto Príncipe. Ni un solo disparo, ni una columna armada, ni una manifestación violenta. Solo una voz, una orden, un mensaje en bucle. Y todo se detiene.
Las calles se vacían. Los negocios cierran. Los ciudadanos se refugian en sus casas.
Aquí reside la verdadera novedad: las bandas ya no se contentan con ocupar territorio; ahora ocupan las mentes. Y lo hacen con una precisión que revela mucho sobre su estrategia.
Parálisis sin un solo disparo
Viv Ansanm ha comprendido algo que los grupos armados anteriores nunca habían explotado del todo:
el miedo se propaga más rápido que una bala, y un video puede controlar un país entero.
Ya no hablamos de barricadas, enfrentamientos ni sirenas. Hablamos de una orden que se convierte instantáneamente en norma de seguridad: Pa soti.
Y todos acatan, no por convicción, sino porque la población ha interiorizado una cruda realidad:
el Estado ya no responde.
El poder de Viv Ansanm se mide en este silencio impuesto, en esta obediencia generalizada.
Es una victoria psicológica total.
Un poder psicológico del que carecían los antiguos grupos.
Para comprender este cambio, debemos remontarnos a los grupos armados del pasado. Tenían las calles, la violencia visible y las manifestaciones contundentes. Pero no poseían este control mental, esta capacidad de paralizar el país con una simple aparición en pantalla. Podemos citar ejemplos como Chimères Lavalas, FRAPH o CATH
Chimères Lavalas: La calle como teatro
A principios de la década de 2000, Chimères dominaba mediante:
* concentraciones masivas,
* quema de neumáticos,
* incursiones selectivas,
* una cercanía política que los hacía intocables.
Su fuerza era sonora, espectacular y territorial. Para infundir miedo, debían ser visibles.
El FRAPH (1991-1994): Terror metódico
El FRAPH, por otro lado, gobernaba mediante:
* redadas nocturnas,
* ejecuciones,
* violencia sistémica,
* una clara alianza con los militares.
El miedo emanaba de la brutalidad manifiesta, del terror abierto.
Nada sutil, nada psicológico: el sufrimiento era el mensaje.
CTAH (1988): Intimidación y caos político
En la agitación política de 1988, CTAH recurrió a:
* la intimidación directa,
* alianzas frágiles,
* enfrentamientos esporádicos.
Buscaban el control territorial, pero nunca el control psicológico nacional.
¿Por qué Viv Ansanm va más allá?
Viv Ansanm no necesita ser visible.
No necesita convocar protestas callejeras.
No necesita disparar. Tienen lo que otros nunca han tenido:
* comunicación instantánea,
* un Estado ausente,
* una población ya traumatizada,
* la certeza de que sus amenazas son reales, incluso cuando no son visibles.
La estrategia es simple:
difundir la idea de que son la única autoridad que aún funciona.
Y cada vez que la población obedece, aunque sea por miedo, esta idea se afianza un poco más.
Control mental: la etapa final
Cuando un país deja de funcionar no porque haya hombres armados patrullando, sino porque un grupo lo exigió en un video, la batalla principal ya no se libra en las calles…
se libra en la mente de las personas.
Viv Ansanm ya no intenta demostrar que está armado.
Intenta demostrar que es suficiente.
Y hoy, una mera presencia basta para demostrar este control. Viv Ansanm: Cuando un simple mensaje basta para paralizar un país
Hoy, un solo video de Viv Ansanm basta para paralizar Puerto Príncipe. Ni un solo disparo, ni una columna armada, ni una manifestación violenta. Solo una voz, una orden, un mensaje en bucle. Y todo se detiene.
Las calles se vacían. Los negocios cierran. Los ciudadanos se refugian en sus casas.
Aquí reside la verdadera novedad: las bandas ya no se contentan con ocupar territorio; ahora ocupan las mentes. Y lo hacen con una precisión que revela mucho sobre su estrategia.
Parálisis sin un solo disparo
Viv Ansanm ha comprendido algo que los grupos armados anteriores nunca habían explotado del todo:
el miedo se propaga más rápido que una bala, y un video puede controlar un país entero.
Ya no hablamos de barricadas, enfrentamientos ni sirenas. Hablamos de una orden que se convierte instantáneamente en norma de seguridad: Pa soti (No salgas).
Y todos acatan, no por convicción, sino porque la población ha interiorizado una cruda realidad:
el Estado ya no responde.
El poder de Viv Ansanm se mide en este silencio impuesto, en esta obediencia generalizada.
Es una victoria psicológica total.
Un poder psicológico del que carecían los antiguos grupos.
Para comprender este cambio, debemos remontarnos a los grupos armados del pasado. Tenían las calles, la violencia visible y las manifestaciones contundentes. Pero no poseían este control mental, esta capacidad de paralizar el país con una simple aparición en pantalla. Podemos citar ejemplos como Chimères Lavalas, FRAPH o CATH.
Chimères Lavalas: La calle como teatro
A principios de la década de 2000, Chimères dominaba mediante:
* concentraciones masivas,
* quema de neumáticos,
* incursiones selectivas,
* una cercanía política que los hacía intocables.
Su fuerza era sonora, espectacular y territorial. Para infundir miedo, debían ser visibles.
El FRAPH (1991-1994): Terror metódico
El FRAPH, por otro lado, gobernaba mediante:
* redadas nocturnas,
* ejecuciones,
* violencia sistémica,
* una clara alianza con los militares.
El miedo emanaba de la brutalidad manifiesta, del terror abierto.
Nada sutil, nada psicológico: el sufrimiento era el mensaje.
CTAH (1988): Intimidación y caos político
En la agitación política de 1988, CTAH recurrió a:
* la intimidación directa,
* alianzas frágiles,
* enfrentamientos esporádicos.
Buscaban el control territorial, pero nunca el control psicológico nacional.
¿Por qué Viv Ansanm va más allá?
Viv Ansanm no necesita ser visible.
No necesita convocar protestas callejeras.
No necesita disparar. Tienen lo que otros nunca han tenido:
* comunicación instantánea,
* un Estado ausente,
* una población ya traumatizada,
* la certeza de que sus amenazas son reales, incluso cuando no son visibles.
La estrategia es simple:
difundir la idea de que son la única autoridad que aún funciona.
Y cada vez que la población obedece, aunque sea por miedo, esta idea se afianza un poco más.
Control mental: la etapa final.
Cuando un país deja de funcionar no porque haya hombres armados patrullando, sino porque un grupo lo exigió en un video, la batalla principal ya no se libra en las calles…
se libra en la mente de las personas.
Viv Ansanm ya no intenta demostrar que está armado.
Intenta demostrar que es suficiente.
Y hoy, una mera presencia basta para demostrar este control”.
