La Administración Biden aparenta implementar políticas duras migratorias en su frontera sur, pero al mismo tiempo lleva a cabo un programa de «amnistía masiva» para inmigrantes, sostiene The New York Post, que cita fuentes entre funcionarios estadounidenses.
Según el medio, desde 2022, el Gobierno de EE.UU. ha cerrado más de 350.000 casos de asilo presentados por inmigrantes a los que no consideró una amenaza para el país y que no tenían antecedentes penales.
Todos estos individuos que fueron retirados del sistema legal no están obligados a comunicarse con las autoridades, lo que, de hecho, les permite seguir desapercibidos en EE.UU. sin temor a ser deportados durante un período indefinido, ya que tampoco están obligados a abandonar el país, precisa el medio.
«Esto es, simplemente, una amnistía masiva disfrazada de discreción procesal«, cita el medio al exjuez de inmigración Andrew Arthur. «Básicamente, estás permitiendo que personas que no tienen derecho a estar en EE.UU. estén aquí indefinidamente», resaltó.
Varados «en la nada»
Este tipo de política migratoria de la Administración de Biden empezó en 2022, con un memorando emitido por el principal asesor legal del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE, por sus siglas en inglés), Kerry Doyle. Este documento, al que tuvo acceso el medio, instruía a los fiscales de la agencia a permitir que se desestimaran los casos de inmigrantes que no se considerasen una amenaza para el país.
En resultado, en 2022 fueron desestimados o fueron retirados de los libros los casos de 102.550 inmigrantes, una cifra 10 veces mayor en comparación con 2014. En 2023, la ICE cerró 149.000 y en este año la cifra ya ha alcanzado los 114.000.
Según el abogado de inmigración Héctor Quiroga, de Washington, tener un caso de solicitud desestimado «es mejor que tener una orden de deportación». No obstante, sus clientes de estos casos «horribles», se quedan, de hecho, varados «en la nada», ya que no pueden recibir beneficios ni un permiso de trabajo.
Al mismo tiempo, agentes del ICE dijeron al medio que se registró un aumento en el número de delitos cometidos por inmigrantes, cuyos caso de asilo había sido desestimado. En tal caso, el procedimiento de deportación se reinicia y, por regla general, tarda años.