Por Suny Francisco
Gustavo Montalvo implementó en el gobierno de Danilo Medina los veederores públicos en casi todas las instituciones públicas. Eran de Participación Ciudadana y de diferentes Ongs, los cuales nunca vieron nada, nunca objetaron nada. Sobre todo porque su naturaleza no les permitió ser parte de los procesos, o sea, no tenían ni voz ni voto en los procesos institucionales de compras y contrataciones, según establece la misma ley.
Ahora bien, lo que minimizaría las malas prácticas en los procesos institucionales de compras y contrataciones es tener un equipo desde las altas instancias (Palacio de la Presidencia) que de seguimiento de manera permanente a los indicadores institucionales de cada estamento. Esa práctica eficientiza las mejoras en los servicios públicos. Eficientiza el gasto. Pues los funcionarios estarían casi obligados a cumplir con sus procesos de servicio y producción, y de no ser así estarían siendo evaluados como ineficientes, lo que conllevaría amonestaciones y posible destitución en caso de ser reiterativos.
Pero en este momento nadie desde el Palacio llama a ningún funcionario porque sus indicadores sean ineficaces e ineficientes.
La clave es seguimiento a indicadores institucionales desde el Palacio de la Presidencia.
