Al día siguiente de que el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (ONU) autorizara el despliegue de una Fuerza de Represión de Pandillas (GRF) en Haití, el embajador estadounidense Henry Wooster insta al Consejo Presidencial de Transición a presentar un plan claro y un calendario electoral. Washington busca acelerar el fin del gobierno interino y encaminar al país hacia las elecciones, a medida que la inseguridad y la incertidumbre política se afianzan.
Por Gotson Pierre
• 🇺🇸 Posición de EE. UU.: pide un plan y un calendario claros para unas elecciones libres y creíbles en Haití.
• 🧭 Objetivo declarado: evitar que la transición se alargue y fomentar la restauración de las instituciones democráticas.
• ⚖️ Cuestión política: Washington quiere vincular la estabilización de la seguridad a un proceso electoral inclusivo y supervisado.
• 🕰️ Próximos pasos: consultas entre el gobierno haitiano y sus socios internacionales sobre la implementación de la GRF y el calendario electoral.
Puerto Príncipe, 4 de octubre de 2025 [AlterPresse] — Al regresar de Nueva York, el embajador de Estados Unidos en Haití, Henry Wooster, lanzó este sábado 4 de octubre de 2025 un llamado urgente al Consejo Presidencial de Transición (Cpt) y a los miembros del gobierno haitiano para que definan, sin demora, un plan claro y un calendario para la celebración de elecciones.
«Ha llegado el momento de que el Cpt y los miembros del gobierno haitiano cumplan su papel de presentar un plan claro y con plazos concretos para las elecciones y la transición política», dijo el diplomático estadounidense, enfatizando que los cargos políticos «no son para toda la vida».
Este llamado, realizado en un video publicado en las redes sociales, se produce unos días después de que el Consejo de Seguridad de la ONU autorizara el despliegue de una Fuerza de Represión de Pandillas (GRF), destinada a enfrentar a los grupos armados que aterrorizan al país desde hace varios años.
Una transición que se prolonga
Esta declaración marca un punto de inflexión en la postura estadounidense. Se produce en un momento en que Haití no ha celebrado elecciones desde 2016, y la transición actual, establecida tras la caída del gobierno de facto de Ariel Henry, tiene dificultades para convencer.
Sin embargo, los expertos estiman que sería necesario un período de al menos ocho meses para la preparación técnica e institucional de una elección creíble, mientras que el mandato del CPT termina el 7 de febrero de 2026
Para Washington, se trata ahora de acelerar la salida del régimen provisional, considerado un factor agravante de la crisis política y de seguridad.
“Haití debe liderar la salida de su propia crisis política, que está en el corazón de la crisis de seguridad”, insistió Wooster, y agregó que Estados Unidos “continuará trabajando estrechamente con el gobierno haitiano y los socios regionales” para apoyar la rápida implementación del FRG.
Una buena noticia
El embajador también saludó la solidaridad regional en torno a la votación del 30 de septiembre en el Consejo de Seguridad, que autorizó, en virtud del Capítulo VII de la Carta de las Naciones Unidas, la creación de la RFA por un período inicial de 12 meses.
Según él, se trata de una «buena noticia» que debería contribuir a restablecer la seguridad, condición indispensable para la reanudación del proceso electoral.
Una compleja ecuación política y de seguridad
Junto con Estados Unidos, la resolución de la ONU confía a los estados voluntarios –entre ellos Kenia, Jamaica y Bahamas– la responsabilidad de desplegar la FRG, con el apoyo logístico de la Oficina de las Naciones Unidas de Apoyo a Haití (BANUH).
Pero el sistema, inédito en su aplicación, suscita tantas expectativas como interrogantes: los retrasos técnicos, los recursos financieros limitados y los riesgos de abusos o desviaciones recuerdan las controvertidas experiencias de anteriores misiones de la ONU en el país.
La urgencia
Estados Unidos, sin embargo, insiste en la urgencia de la situación: más de 16.000 personas han muerto desde 2022 a causa de la violencia de pandillas, según estimaciones de la ONU.
En varios departamentos, especialmente en el Oeste y en Artibonite, los atentados mortales han aumentado, como en Labodri (entre Cabaret y Arcahaie), donde una masacre costó la vida a 42 personas en la noche del 11 al 12 de septiembre de 2025.
Las elecciones deben prepararse en un contexto de persistente inseguridad
Del lado haitiano, el gobierno ha reafirmado repetidamente su compromiso de relanzar el proceso electoral.
El 19 de agosto de 2025, durante una visita al Consejo Electoral Provisional (CEP), el presidente del CPT, Laurent Saint-Cyr, recordó que «la organización de las elecciones es responsabilidad exclusiva del CEP» y que el ejecutivo «no tiene intención de interferir en sus prerrogativas».
El primer ministro Alix Didier Fils-Aimé la prometió (las elecciones) luego resolver rápidamente las dificultades logísticas y financieras del Consejo.
Sin embargo, los expertos estiman que sería necesario un período de al menos ocho meses para la preparación técnica e institucional de una elección creíble, mientras que el mandato del CPT termina el 7 de febrero de 2026.
Sin una mejor seguridad, la perspectiva de unas elecciones libres e inclusivas sigue siendo lejana.
Presión diplomática y líneas rojas
En un artículo publicado el 30 de septiembre de 2025 en AlterPresse, el analista político Michel Legros interpretó los mensajes diplomáticos estadounidenses como una advertencia:
Los miembros del CPT deben comprender que no son ‘temporales vitalicios‘. El 7 de febrero de 2026 debe marcar el fin de su mandato. Ni un día más.
Para Legros, esta fecha límite constituye una línea roja supuestamente fijada por Washington y sus socios, ansiosos por evitar la prolongación indefinida de una transición sin legitimidad electoral.
El analista cree que los retrasos crónicos, justificados alternativamente por la revisión constitucional o la inseguridad, ya no se tolerarán:
«Ni el pretexto de cambiar la Constitución ni el argumento de la inseguridad serán aceptados como excusas», escribió, llamando al Cpt a preparar su propia salida ahora y a garantizar una entrega ordenada.
Una transición con dos desafíos: seguridad y legitimidad
El desafío es entonces doble: por un lado, restablecer la seguridad mediante la implementación efectiva de la Fuerza de Represión de Pandillas; por otro, abrir un proceso electoral creíble, única manera de restaurar la legitimidad política de las instituciones.
Para varias organizaciones de la sociedad civil, entre ellas Defenders Plus, el Frg no debe convertirse en «una muleta de un poder sin base popular», sino por el contrario «crear las condiciones para el retorno al orden constitucional».
Su advertencia coincide con la de muchos observadores: sin una visión política clara, cualquier presencia internacional corre el riesgo de quedar atrapada en los mismos callejones sin salida que las anteriores