Por William Santiago
Faride Raful nunca ha sido «santo de mi devoción»… De ella usted puede decir lo que desee…
Y le creo; ahora bien, Faride realmente ha demostrado ser una verdadera ministra, en éste país hay cosas que hay que empezar por detener, o de lo contrario se termina de joder éste país.
Hay cosas que hay que empezar por ponerle un alto… Sobre todo aquello de creerse que por estar en su propiedad, usted puede alterar la paz de los demás…
Faride viene asumiendo responsabilidades que otros por estar «politiqueando» no han querido asumir…
Éste país es un desastre, y como tal, hay que ponerle un ¡Ya basta!
¡Pero!
Faride Raful debería tener mucho cuidado con la policía…
Faride debería saber desde ya, que muchas de las actuaciones policiales, son al parecer, para hacerle daño a ella y no a la institución policial como tal.