Santo Domingo.- La Fundación Equidad y Justicia Social (Finjus) repudió los denominados «intercambios de disparos» y que las ejecuciones extrajudiciales se han convertido en una epidemia nacional donde a diario agentes de la Policía Nacional matan a jóvenes de escasos recursos que presuntamente estarían ligados a la delincuencia.
Fidel Lorenzo Merán, representante de la Finjus, sostuvo que ya basta con el «cuento de camino» de los intercambios de disparos, donde están involucrados «supuestos delincuentes»; mientras que los verdaderos jefes de esos delincuentes permanecen intocables y a veces apoyados por sectores económicos de poder.
Repudiamos de manera categórica estos tipos de «ajusticiamientos sociales», que solo ocultan la verdad de quienes dirigen a esos delincuentes; no es posible que estemos matando personas sin que los tribunales de la República emitan una condena definitiva, y aunque fueran condenados ninguna entidad tiene la facultad de quitarles la vida, como sucede en situaciones determinadas», afirmó Lorenzo Merán.
La FEJUS ve como «alarmante y preocupante» el dato oscuro del año 2024, con al menos 120 personas abatidas, consideradas por la uniformada como delincuentes, promediando cerca de 10 muertes mensuales.
Considera que el gobierno del presidente Luis Abinader debe poner en agenda para el 2025 el proceso iniciado hace cuatro años que implica un plan para la “transformación” y “profesionalización” completa de la Policía Nacional, con especial atención a la formación y la educación de los agentes del orden y poder enfrentar la «epidemia de violencia» que afecta a la población
Son «tiros al blanco»
Las cifras de muertes de civiles a manos de agentes en acciones policiales a dos meses de que culmine el 2024, ya superan el número de fallecidos registrados en el 2023 y 2022 respectivamente.
En ese sentido, el presidente Comisión Dominicana de los Derechos Humanos, Manuel María Mercedes, expresó su preocupación ante la tendencia de aumento en estos hechos indicando que se tratan de «tiros al blanco», no de intercambio de disparos.
«Cuando analizamos profundamente la forma en cómo esto ha sido ejecutado, nos damos cuenta de que, real y efectivamente, al día de hoy no podemos incidir en que ha sido un intercambio de disparos desigual, donde solamente cae el perseguido y que hasta ahora mismo no se ha registrado que un agente en esos intercambios de disparos ha fallecido.
Ya basta con el «cuento de camino» de los intercambios de disparos, donde están involucrados «supuestos delincuentes»; mientras que los verdaderos jefes de esos delincuentes permanecen intocables y a veces apoyados por sectores económicos de poder, dijo el vocero de la Finjus
Es decir, prosiguió Mercedes, que estamos en presencia de tiros dirigidos, se le podría dar un certificado de tiro al blanco, de tiro exacto, que cuando se trata de la ejecución de un ciudadano están desarrollando los miembros que integran la Policía Nacional
Según el defensor de los derechos humanos, eso hay que pararlo porque eso va en deterioro del Estado de Derecho que debe primar en la República Dominicana conforme a la Constitución, los Pactos y Convenios Internacionales.
Al menos dos muertes a manos de agentes de la Policía Nacional en los llamados “intercambios de disparos” se han producido en menos de 24 horas, pese a las críticas a ese proceder de parte de la ministra de Interior y Policía, Faride Raful, abogada y exsenadora. Los caídos a manos de policías en la gestión de Faride Raful son los presuntos delincuentes Luis Manuel Rodríguez Hernández “Chico Ñinga” de 41 años, en Moca, provincia Espaillat y Ányelo Moisés de Aza, alias El Ojón o Ojú, en Boca Chica, provincia Santo Domingo
Al señalar que es inaceptable que durante el 2024 se haya sobrepasado la cantidad de ejecuciones intrajudiciales del año anterior, el presidente de la Comisión de Derechos Humanos señaló que durante los años del 97 a la actualidad no se ha detenido esa forma de sacar de circulación a ciudadanos que ellos entienden que son considerados sospechosos o que pudieran estar cometiendo actos ilícitos e ilegales.
«Eso no da la facultad para eliminarlos físicamente porque en la República Dominicana no existe la pena de muerte».