Por Germán Reyes
Santo Domingo.- Edmundo González Urrutia, excandidato presidencial opositor venezolano, a quien se le endilga la complicidad con crímenes de lesa humanidad cuando hizo de diplomático en El Salvador, ha iniciado los pasos mercenarios de su compatriota Juan Guaidó.
Guaidó se autojuramentó “presidente encargado” de Venezuela en una plaza pública luego de que aparentemente negociara con Estados Unidos para el manejo de sumas millonarias incautadas a cuentas de su país en el extranjero.
La acción, calificada de ridícula por más de un observador de los acontecimientos y ocurrida el 27 de enero de 2019, fue seguida dos días después por el anuncio por parte del gobierno estadounidense de poner en sus manos el control de bienes, activos y propiedades del gobierno venezolano.
González también seducido
El camino que, evidentemente, resultó bastante lucrativo para Guaidó, al parecer también ha seducido a González luego de participar con resultados frustratorios en las elecciones del 28 de julio de 2024.
Al excandidato se le demostró que antes de la cita comicial sus asesores compraron el dominio de internet y montada la página web donde a poco de pasadas las votaciones fueron formuladas las denuncias sobre un supuesto fraude en las elecciones. O sea, se trató de una trama previamente montada.
Asimismo, junto con María Corina Machado, González insertó en esa plataforma sobre el supuesto conteo de los votos, nombres repetidos y código de barras que correspondían a negocios que no tenían nada que ver con votantes.
La coalición opositora venezolana Alianza Democrática exigió este viernes una investigación sobre denuncias de presunta corrupción en las empresas Monómeros Colombo Venezolanos S.A. y Citgo -filiales de Pdvsa-, administradas por el exdiputado Juan Guaidó desde 2019 cuando fue reconocido por un grupo de países como presidente interino, según una publicación de la agencia internacional de noticias EFE del 8 de octubre de 2024
En esa plataforma también aparecen personas antes fallecidas, todo con el único propósito de pretender explicar un expediente con el que pretendieron justificar sus denuncias ante Estados Unidos y países adláteres que, como en el caso de Guaidó, montaron una campaña contra el presidente reelecto, Nicolás Maduro Moros.
En el proceso, el excandidato se autoexcluyó de entre los 25 aspirantes presidenciales convocados para presentar las supuestas pruebas del fraude. Fueron invitados por la Sala Electoral del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) para que también verifiquen las actas preservadas según el mandato de la legislación del país suramericano. Todos acudieron, menos él.
Asimismo, numerosos ciudadanos, incluyendo menores de edad, -integrantes de los «comanditos» que reivindicó Machado- confesaron al ser apresados que recibieron pagos de parte de personeros del entorno de González para que provocaran “guarimbas” (acciones vandálicas) para luego atribuir sus detenciones a la supuesta represión contra la oposición.
Luego, esos líderes opositores pasaron a calificar de presos “políticos” a esas personas con prácticas de corte fascistas que, por demás, provocaron la muerte de conciudadanos y destrozos a la propiedad pública.
Un juez de Delaware, Estados Unidos, autorizó este jueves (14.01.2021) que se proceda con la venta de las acciones de Citgo, la principal filial de la compañía estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) en suelo estadounidense. Además, el juez federal de distrito Leonard Stark desestimó sendas mociones presentadas tanto por Citgo Petroleum y su matriz, PDV Holding (PDVH), como por Venezuela para frenar el embargo. Citgo, con sede en Houston (Texas), tiene tres refinerías en Estados Unidos que en conjunto procesan unos 750.000 barriles de crudo venezolano al día, así como una red de unas 10.000 gasolineras en todo el país
Texto de Misión Verdad y sus fuentes
“Ya conocíamos de antemano, gracias a UK Declassified, que el equipo del exdiputado Juan Guaidó había gastado cientos de miles de dólares del Estado venezolano, recursos financieros secuestrados y robados por el gobierno estadounidense, para costear los trámites legales en el litigio del oro venezolano en el Banco de Inglaterra.
De acuerdo a una nueva publicación del periodista John McEvoy en The Canary, las cifras de gasto por parte del clan Guaidó ha sido mucho más alto:
«Según documentos oficiales, Guaidó y sus designados han donado más de 6,5 millones de dólares a firmas legales poderosas como parte de una campaña para desangrar al Estado venezolano de sus activos extranjeros.
«Casi la mitad de este dinero fue enviado a una serie de pagos a Arnold & Porter Kaye Scholer LLP, la firma legal que representa a Guaidó en el Reino Unido.
«La firma parece estar muy unida al aparato de política exterior de Estados Unidos y en los últimos años ha representado a una serie de funcionarios latinoamericanos de derecha».
McEvoy señala además que los documentos reseñados sugieren que el mismo Guaidó obtuvo medio millón de dólares de dicho fondo.
Del saqueo financiero
Examinemos de dónde proviene este dinero, que ciertamente no tiene origen en la cartera privada del exdiputado venezolano de Voluntad Popular, y las conexiones que traza con operadores de la política exterior estadounidense y el narcotráfico.
El gobierno del presidente Nicolás Maduro había denunciado el año pasado (2023) que la Casa Blanca, entonces liderada por el magnate Donald Trump, transfirió 342 millones de dólares que formaban parte de los fondos del Banco Central de Venezuela (BCV) a una cuenta de la Reserva Federal de Nueva York.
En su momento esta acción fue calificada de «vulgar saqueo» de los recursos venezolanos por parte del gobierno estadounidense en el exterior, aprovechando la hegemonía financiera que ostenta.
Tantos millones fueron dirigidos a la junta ad hoc del BCV que el clan Guaidó había impuesto como parte del gobierno imaginario sostenido por el poder y la narrativa estadounidenses.
Según las cifras oficiales publicadas por la junta ad hoc de Guaidó, al menos 6 millones 552 mil 512 dólares han sido usados para «servicios profesionales de abogados en atención de Activos en el exterior a ser protegidos y trámites de licencias ante la OFAC».
Esto solo quiere decir, como asimismo lo afirma el periodista de UK Declassified, que este grupo antichavista de confección estadounidense gastó millones de dólares robados al Estado venezolano para, así, financiar un mayor saqueo de los recursos de la República Bolivariana. “Una especie de lavado de dinero a través de la reglamentación sancionatoria de Washington”.
¿En el asesinato de Alnulfo Romero?
El siguiente es el texto de una información en base al testimonio de un sacerdote colombiano recogida por los portales de Cubaperiodistas e Insurgente, publicada por el periódico Nueva Tribuna.
» ¿Quién es Edmundo González Urrutia? Algunas informaciones apuntan al “pasado sanguinario” del opositor venezolano y su vinculación con la CIA.
Según los portales Cubaperiodistas eInsurgentes sobre la base del testimonio de un sacerdote colombiano, González Urrutia participó activamente en la guerra civil salvadoreña en la década de los ochenta.
Por aquel entonces, fue captado por la CIA “para que construyera grupos paramilitares y escuadrones de la muerte”, siendo funcionario de la de la embajada venezolana en San Salvador, cuándo Leopoldo Castillo era el embajador de Venezuela en ese país: “desde esa Embajada se desataron escuadrones de la muerte en contra de religiosos, niños y dirigentes sociales”, señala esta información.
Se detalla que González Urrutia se convirtió en un hombre de la entrera confianza de los EEUU participando con financiación y logística en la creación del ‘Batallón Atlacatl’ de las fuerzas armadas salvadoreñas y “de todos los grupos paramilitares sanguinarios, despiadados, en contra de la población salvadoreña”.
Se le atribuye la participación activa “en la masacre de civiles inocentes” y en las persecuciones que se llevaron a cabo contra maestros y líderes comunitarios, algunos con resultado de muerte. Crímenes de lesa humanidad -denuncian- como el asesinato de la comunidad del Mozote, durante un operativo de contrainsurgencia realizado por el batallón Atlactl los días 9, 10, 11 y 12 de diciembre de 1981 en varias aldeas. Entre las víctimas (unas 900) había niños, ancianos, amas de casa y la mayoría campesinos de esas comunidades.
A ello se une -en base siempre a la información aportada por ambos portales-, el asesinato en marzo de 1980 del religioso Monseñor Óscar Arnulfo Romero cuando oficiaba una misa.
“Todos esos años de guerra civil salvadoreña fueron años de terror dirigidos desde la oficina de la embajada Venezolana en San Salvador de la mano de Edmundo González Urrutia”, afirman.
El 16 de noviembre de 1989, escuadrones de la muerte y grupos paramilitares entraron al Campus de la Universidad (UCA) para asesinar a seis sacerdotes de la compañía de Jesús y dos empleadas domésticas, “todos ellos fueron obligados a colocarse boca abajo para asesinarlos brutalmente”.
El tiempo en el que González Urrutia fue primer secretario de la Embajada de Venezuela en El Salvador coincidió con la época de los “Escuadrones de la Muerte” que asesinaron a más de 13 mil personas.