Por Germán Reyes
Santo Domingo.- El pastor Ezequiel Molina es un “lobo vestido de oveja”, aseguró el periodista Gustavo Olivo para descartarle como vocero de las posiciones que se levantan en las luchas contra la corrupción.
Desde 2017 hasta 2020, después de las elecciones generales, el movimiento cívico Marcha Verde desarrolló un proceso de marchas multitudinarias sin precedentes en República Dominicana, en el cual logró posicionar la consigna de la lucha contra la corrupción y la impunidad.
A esas protestas pacíficas que, incluso, dieron vueltas al Palacio Presidencial, atrajeron la presencia de prácticamente todos los líderes opositores, encabezados por el hoy presidente Luis Abinader.
Se benefició de la corrupción
De acuerdo con Molina, los mecanismos anticorrupción aplicados en el país en los últimos años no han logrado resultados favorables, razón por la cual «la mayoría de ciudadanos tiene la noción de que los políticos son corruptos».
“Usted pregunta a cualquier persona qué se ha hecho para detener la corrupción y fácilmente le contesta más corrupción», precisó el pastor evangélico. «Para detener la corrupción hay más corrupción”.
Para el comunicador, Molina no puede representar las luchas contra la corrupción, a los cristianos, “ni a nadie”.
Él se puso a hablar del combate a la corrupción con más corrupción, comentó el director ejecutivo del periódico en línea Acento. “Él fue beneficiado en el gobierno de Danilo Medina por un alto funcionario que, por cierto, es de los que están sometidos a la justicia por corrupción”.
El periodista, de una reconocida trayectoria límpida por los diarios Hoy, la revista Rumbo y el desaparecido periódico en línea Clave Divital, entre otros, aseguró que Molina con su iglesia lo que tiene montado es “un negocio” que, además, ahora lo quiere dejar a un hijo.