Naciones Unidas estima que 200 millones de mujeres y niñas han sido sometidas a algún tipo de mutilación genital femenina en todo el mundo, lo que implica la extirpación o lesión de los genitales femeninos por razones no médicas.
Como respuesta, el máximo responsable del organismo pidió medidas decisivas para abordar las normas sociales, económicas y políticas que perpetúan la discriminación contra las mujeres y las niñas, limitan su participación y liderazgo y restringen su acceso a la educación y el empleo.
“Esto comienza con cuestionar las estructuras de poder patriarcales y las actitudes que están en la raíz de esta práctica abominable”, afirmó.
Al mismo tiempo, llamó a los líderes mundiales a redoblar esfuerzos e inversiones para defender los derechos de las mujeres y las niñas y poner fin de una vez por todas a la mutilación genital femenina.
«Necesitamos amplificar las voces de los supervivientes y apoyar sus esfuerzos por recuperar sus vidas, sobre la base de su autonomía corporal», remarcó.
De acuerdo con el organismo, en los últimos 25 años, su prevalencia disminuyó en todo el mundo con un tercio menos de probabilidades que 30 años atrás.
Sin embargo, las crisis humanitarias como los brotes de enfermedades, el cambio climático o los conflictos armados, entre otras, ponen en peligro el mantenimiento de estos logros.
Cerca de 4,4 millones de niñas corren riesgo de sufrir mutilación genital femenina este año lo que equivale a más de 12 mil casos diarios, según los pronósticos de la ONU.